¿Es bueno o malo que los niños y jóvenes vean mucha televisión o usen artilugios como iPads, tabletas y teléfonos inteligentes antes de los 19 años?
Por Dr. Eduardo Andere M.
La respuesta en general es malo. Si los niños tienen dos años o menos la recomendación es que no tengan ninguna exposición a los medios electrónicos. Si los niños tienen más de dos años pero menos de 18 la exposición debe ser limitada en tiempo y supervisada en calidad. A partir de los 20 o 21 años de edad, el cerebro ya está maduro (inhibido cognitivamente) y «listo» (ya puede hacer análisis de costo-beneficio) para tomar sus propias decisiones.
Ya en 2011, en la primera impresión de mi libro «La cultura del aprendizaje: hogar y escuela del siglo XXI» (páginas 81 a 83 y 232 a 233) mencionaba yo la advertencia de la comunidad científica y de los reportes de organizaciones interesadas en la salud física y mental de los niños, por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría (AAP), de limitar y supervisar el acceso y uso de los niños y jóvenes a los medios electrónicos. En 2016 la AAP actualizó sus recomendaciones pero sostiene todavía el ejercicio de mucha cautela y moderación hacia de las pantallas digitales por parte de los niños.
La comunidad científica y la AAP han continuado con sus investigaciones y sus conclusiones son, limitar, al menos, el acceso y uso de los niños a los medios electrónicos, incluyendo TV, artilugios y computadoras. Inclusive, la advertencia también va para los adultos (padres de familia de Estados Unidos, con niños de ocho o menos años de edad) que, según los reportes de investigación, pueden estar con los artilugios y medios un poco más 11 horas al día en sus tiempos libres (Universidad Northwestern, Centro de Medios y Desarrollo Humano (Parenting in the age of digital technology).
¿Qué daños potenciales ha descubierto la ciencia en el uso inadecuado o excesivo de estos artilugios? Dos organizaciones, una de Estados Unidos (Huffington Post: 10 reasons why handheld devices should be banned for children…) y otra de Canadá (Zone in: A research review regarding the impact of technology on child development…) han hecho una recolección con acceso amigable de diversos resultados de investigación y los resumen de la siguiente manera:
- Déficit de atención y falta de autorregulación
- Desarrollo más lento en habilidades de aprendizaje
- Obesidad
- Privación de horas de sueño
- Diversas enfermedades mentales como depresión, desorden bipolar, ansiedad
- Agresión
- Demencia digital
- Adicción a la tecnología
- Radiación
- Miopía
- Sedentarismo
- Aislamiento
La tecnología llegó para quedarse y es un excelente instrumento en buenas manos. La tecnología per se, es inocua, su uso o uso excesivo o inadecuado es lo que puede dañar el desarrollo natural del cerebro y la mente de los niños.
Dado que los niños entre 8 y 18 años de edad (Kaiser Family Foundation: Generation M2), pueden estar con los medios, principalmente los electrónicos entre 8 y 11 horas al día, un reporte de 2013 de la AAP (Children, adolescents, and the media) sugiere lo siguiente:
- Cero exposición a los medios electrónicos entre los 0 y 2 años de edad
- Limitar entre 1 y 2 horas al día el acceso a medios electrónicos para fines de entretenimiento
- Mantener fuera de la habitación de los niños las televisiones y otros aparatos conectados a Internet
- Monitorear lo que los niños acceden vía Internet, inclusive las redes sociales
- Ver juntos, padres e hijos, la tele, los videos y las películas o series y discutir los valores familiares
- Establecer «toques de queda» en el hogar para el uso de artilugios, por ejemplo, durante las comidas y las horas de sueño
- Establecer reglas razonables pero firmes sobre el uso de teléfonos, Internet, medios sociales, texting, etc.
Como vemos, muchas cosas debemos hacer tanto padres de familia, adultos y autoridades educativas antes de regalar a diestra y siniestra las tabletas y otros artilugios y evitar a todas luces la negligencia digital hacia los niños y jóvenes.
La tecnología llegó para quedarse, pero el uso de la tecnología debe educarse.
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